Bienestar digital

 

1. ¿Qué es el Bienestar Digital? 

Bienestar digital

En este mundo en el que cada vez pasamos más tiempo online, es fundamental asegurarnos de que la tecnología mejora nuestras vidas en lugar de distraernos de lo que es importante.

La tecnología está en todas partes y evoluciona rápidamente. Nos da un acceso increíble a la información y a distintas formas de colaborar, y nos permite mantenernos en contacto con los demás.

Ese pequeño dispositivo que todos tenemos, el smartphone, podría considerarse el símbolo de la revolución tecnológica que vivimos. En Estados Unidos, un adulto medio consume contenido online durante aproximadamente 6 horas y mira su móvil aproximadamente 50 veces al día. Los jóvenes lo hacen mucho más, hasta 80 veces.

Básicamente, nos está cambiando como especie. Pero creo que, para muchos de nosotros, esa relación se ha vuelto un poco complicada. La gente se plantea cada vez más preguntas acerca de la calidad del tiempo que pasa online.

¿Cuánto de ese tiempo se invierte adecuadamente? ¿Cuánto de ese tiempo añade valor a nuestras vidas?

Evidentemente, esta respuesta difiere de persona en persona.

¿Qué es el Bienestar Digital?

El Bienestar Digital consiste en crear y mantener una relación saludable con la tecnología. Se trata de usarla para que nos ayude en nuestra vida y nos acerque a nuestros objetivos en lugar de distraernos, interrumpirnos o convertirse en un obstáculo. Tener el control de cómo usamos la tecnología nos permite aprovechar todo su potencial y sus ventajas.

2. ¿Cuáles son las ventajas de tener una relación saludable con la tecnología?

Controlar mejor nuestros hábitos tecnológicos nos permite disfrutar de las ventajas que ofrece la tecnología sin distraernos de lo que es importante.

Tener una relación saludable y equilibrada con la tecnología implica una serie de ventajas.

En el trabajo, nos puede ayudar a centrarnos más en nuestras tareas. Cuando no nos distraemos, somos más productivos y eficaces en nuestro trabajo.

A veces creemos que podemos hacer varias tareas simultáneamente con nuestros dispositivos, pero lo cierto es que no se puede. Hay innumerables estudios que demuestran que hacerlo afecta considerablemente nuestras capacidades cognitivas de forma negativa. Cuando pasamos de una pantalla a otra, realmente no estamos prestando atención.

Pensemos en la cantidad de notificaciones que recibimos constantemente y lo fácil que resulta distraernos con ellas. De hecho, está comprobado que nuestros niveles de dopamina aumentan cuando revisamos las notificaciones o nuestra bandeja de entrada de correos electrónicos.

Los estudios concluyen que la recepción descontrolada de notificaciones de correo electrónico distrae a los trabajadores y, cada vez que esto ocurre, tardan hasta 25 minutos en volver a centrarse en la tarea que estaban haciendo.

Asignarle a la tecnología el tiempo y espacio adecuados puede ayudarnos a relacionarnos mejor con las personas que nos rodean, tanto en el plano personal como en el profesional.

Hay estudios que demuestran que cuando las personas están conversando y los móviles interrumpen, sienten que esas conversaciones no son de calidad y que, en algunas de esas ocasiones, sus interlocutores no están demostrando empatía.

El mejor regalo que puedes hacerle a otra persona es prestarle toda tu atención. Dejar los dispositivos de lado es fundamental para retomar el contacto con nuestro cuerpo y nuestras emociones. Además, nos ayuda a dormir mejor, a reducir nuestro estrés y ansiedad y a sentirnos con mejor ánimo.

Es importante tomarnos un descanso y reducir la cantidad de tiempo que dedicamos a estar conectados para ser más eficaces cuando estamos online.

Anímate a desconectar cada cierto tiempo y conéctate de forma más consciente.

3. Toma conciencia de cómo usas la tecnología

Ahora que sabemos qué es el Bienestar Digital y por qué es importante, hablemos del uso de la tecnología.

Ser más conscientes de nuestros hábitos online es el primer paso fundamental que debemos dar para mejorar nuestra relación con la tecnología.

Para cada persona, usar la tecnología de forma satisfactoria implica cosas distintas. Por eso, cuando usamos la tecnología, debemos asegurarnos de que estamos invirtiendo bien nuestro tiempo según lo que consideramos adecuado.

¿Cómo podemos ser más conscientes de nuestros hábitos online? Un buen punto de partida es hacernos estas sencillas preguntas y reflexionar al respecto

¿A qué dedico mi tiempo cuando estoy online? ¿Cómo me siento al respecto? ¿Esas actividades añaden valor a mi vida? ¿Qué quisiera cambiar en cuanto al uso que hago de Internet?

Presta atención al nivel de estrés que sientes al usar tecnología.

¿Qué ocurre si dejas de usarla por un rato? ¿La aplicación o herramienta que estás usando te está ayudando a conseguir el objetivo que quieres alcanzar?

Solemos estar tan metidos en nuestros hábitos tecnológicos, que no tenemos un punto de vista muy objetivo al respecto. Por eso, es buena idea pedirle a un amigo que nos diga cómo percibe nuestros hábitos tecnológicos.

Durante este proceso de concienciación, también es importante no ser muy severo con uno mismo. No se trata de juzgarte sino de determinar tu situación y los pasos que debes seguir.

Si queremos cambiar, es importante tener un objetivo claro en mente.

¿Qué papel quiero que la tecnología tenga en mi vida? ¿Hay momentos de mi vida en los que quisiera mantenerme alejado de mis dispositivos? ¿Hay aspectos de la tecnología que me frustran?

Antes de coger cualquier dispositivo, pregúntate: ¿Cuál es mi intención? ¿Qué quiero conseguir?

Solemos subestimar la cantidad de tiempo que pasamos online. Y eso se debe a que pasamos gran parte del día echando vistazos rápidos al móvil inconscientemente o por costumbre.

Ser consicentes del uso que hacemos de nuestros dispositivos nos permite tener una visión completa de cómo les dedicamos nuestro tiempo.

Hay muchas herramientas que nos permiten hacerlo. El Panel de Control de Google, por ejemplo, indica cuánto tiempo pasamos usando cada aplicación. También hay otras herramientas geniales que podemos usar para ser más conscientes de nuestros hábitos online, como las aplicaciones Siempo, Space y RescueTime.

Tener un objetivo claro en mente nos permite ser menos severos con nosotros mismos y, de esa manera, sentirnos más motivados en nuestro camino hacia un mayor Bienestar Digital.

Al ser más conscientes de cómo usamos la tecnología e introducir pequeños cambios, podemos disfrutar de las ventajas que esta nos ofrece a la vez que minimizamos algunos de los problemas y frustraciones que nos ocasiona el usar constantemente nuestros dispositivos

4. Conoce las herramientas y los consejos que te pueden ayudar a crear una relación saludable con la tecnología

Te presentamos algunas herramientas y consejos que te pueden ayudar a crear una relación saludable con la tecnología.

Estar conectados a Internet es una parte importante de nuestras vidas, por lo que no es nuestra intención que te desconectes por completo. Al tener un mayor control de nuestros hábitos digitales, podemos encontrar el equilibro apropiado para nosotros.

No hay una solución estándar. Es posible que lo que sea adecuado para una persona no lo sea para otra.

A continuación, te presentamos algunas recomendaciones para mejorar tu relación con la tecnología y ayudarte a mantener el control.

Hay dos elementos principales. Las directrices digitales, que se refieren a las distintas aplicaciones o tecnologías específicas diseñadas para tener un mayor control, y las directrices físicas, que son nuestra percepción del entorno y de nuestro espacio personal.

Empecemos por las directrices digitales. Lo primero que puedes hacer es reducir, seleccionar mejor o personalizar las notificaciones del móvil. Gmail, Android y YouTube, por ejemplo, tienen muchas opciones de personalización de las notificaciones.

Un gran número de empresas ha lanzado herramientas digitales que pueden beneficiarnos. El modo Descanso, por ejemplo, cambia los colores de la pantalla del móvil a blanco y negro cuando tú definas que es hora de irte a dormir.

Una función fácil de usar es el modo No molestar. Este modo silencia y oculta todas las notificaciones para no interrumpirte. La función permite definir excepciones para que puedas recibir ciertas llamadas, por ejemplo, por si se presenta una emergencia.

También puedes dejar las herramientas importantes en la pantalla de inicio y dedicarla solo a eso. De esa manera, las aplicaciones que pueden hacerte perder más tiempo pasarían a la segunda o la tercera pantalla del dispositivo.

En cuanto a las directrices físicas, otro consejo que puedes seguir es tratar de pasar tanto tiempo al aire libre como puedas, ya que eso te expondrá a distintos estímulos.

¿Por qué no empezar y terminar el día sin el móvil? Cárgalo fuera de tu habitación para dejarlo realmente de lado.

Para mejorar tu productividad en el trabajo. Mantener hábitos digitales saludables nos ayuda no solo a mejorar nuestras relaciones personales, sino también laborales. Una de las medidas que las empresas están tomando es tener reuniones sin dispositivos. De esta manera, cuando las personas se reúnen, a la vez están decidiendo no usarlos.

Tengo un móvil para el trabajo y otro para mi vida personal. Cuando estoy en el trabajo, silencio o apago el móvil personal, lo que me permite centrarme por completo en mi vida laboral.

Cuando salgo de la oficina, apago el de trabajo y uso el personal. Si quiero centrarme aún más en lo que esté haciendo, apago ambos dispositivos. Incluso los dejo en otra habitación.

Para obtener los mejores resultados posibles en el trabajo, debemos centrarnos bien. Tener horarios para revisar y responder nuestros correos electrónicos ayuda a minimizar la cantidad de notificaciones y distracciones a las que nos exponemos en el trabajo. Podemos reducir la cantidad de correos electrónicos que recibimos si reducimos la cantidad que enviamos. En lugar de enviar un correo electrónico sin darle muchas vueltas, piensa si hay alguna otra forma de obtener la información que necesitas.

Intenta mantener más conversaciones presenciales para comunicarte mejor con los demás. Si la persona con la que conversas percibe que te estás distrayendo, sentirá que no es muy importante para ti. Cuando nos reunimos físicamente y estamos prestando nuestra atención de forma plena, sentimos que esa relación es mucho más cercana.

Cambiar nuestros hábitos y conductas requiere tiempo. Pero al conseguirlo, notarás las ventajas de este equilibrio en tu salud física y psicológica, en tus relaciones interpersonales y en tu rendimiento laboral.



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