La leyenda del príncipe maldito
En un reino lejano, vivía un rey llamado Basilio. Era un hombre sabio y justo, pero también un poco supersticioso. Un día, un adivino le dijo que su hijo, Segismundo, sería un rey cruel y tirano. Temiendo por el destino de su reino, Basilio ordenó que su hijo fuera encerrado en una torre desde su nacimiento.
Segismundo creció en la oscuridad, sin saber nada del mundo exterior. Solo tenía a sus carceleros, Clotaldo y Rosaura, para hacerle compañía. Clotaldo era un hombre bondadoso que trataba a Segismundo con cariño. Rosaura era una joven huérfana que había sido encerrada en la torre por su padre, el rey Basilio.
Un día, Segismundo se rebeló contra sus carceleros. Logró escapar de la torre y se dirigió al palacio real. Allí, encontró a su padre, el rey Basilio, y a su madre, la reina Estrella.
El rey Basilio estaba sorprendido y aterrado al ver a su hijo. Temía que las profecías del adivino se cumplieran. Sin embargo, Segismundo se mostró arrepentido de su comportamiento anterior. Prometió ser un rey justo y benevolente.
El rey Basilio, conmovido por las palabras de su hijo, decidió darle una oportunidad. Lo proclamó rey y lo casó con Estrella.
Segismundo cumplió su promesa. Gobernó con sabiduría y justicia, y su reino prosperó. Sin embargo, siempre vivió con el temor de que su naturaleza cruel se manifestara de nuevo.
Un día, Segismundo tuvo un sueño. En el sueño, veía a un anciano que le decía:
"La vida es sueño, y los sueños, sueños son."
Segismundo despertó confundido y asustado. ¿Qué significaba ese sueño? ¿Era una advertencia de que su vida era solo una ilusión?
Segismundo decidió buscar a un sabio que pudiera interpretar su sueño. Encontró a un anciano mago que le dijo:
" El sueño significa que la vida es un misterio que no podemos comprender. No somos más que marionetas en manos del destino."
Segismundo quedó profundamente impresionado por las palabras del mago. Empezó a reflexionar sobre el sentido de la vida. ¿Realmente era todo solo un sueño? ¿No había nada que pudiéramos hacer para controlar nuestro propio destino?
Segismundo nunca encontró la respuesta a esas preguntas. Sin embargo, su sueño lo cambió para siempre. Se convirtió en un hombre más sabio y compasivo, y siempre trató de vivir su vida de la mejor manera posible.