M1 Plan estratégico y acción | Productividad personal

Plan estratégico y de acción



1. ¿Qué es y para qué nos sirve un plan estratégico?


Un plan estratégico personal o un Branding Plan, es una herramienta que nos sirve para conocernos mejor a nosotros mismos, el acontecimiento, saber dónde estamos, cómo somos... Nos sirve también para identificar a dónde queremos llegar, nuestros objetivos y para identificar esa distancia que existe, entre dónde estamos y a dónde queremos llegar, lo cual, tendríamos que ejecutar a través de un plan de acción.


Es una herramienta muy potente, para nuestro desarrollo personal, o para nuestro desarrollo profesional, lo que ocurre es que, obviamente, es un proceso tedioso, de reflexión, es un proceso lento, identificamos cosas de nosotros mismos que no nos gustan. Pero, desde mi punto de vista es bastante importante. En muchas ocasiones en la vida, especialmente en el entorno laboral, nos damos cuenta de que alguna cosa no funciona o no sale bien porque no se ha planificado, no se le ha prestado previamente la atención debida pero, en esos casos, puede que nosotros no tengamos influencia sobre esas situaciones.


¿Qué ocurre cuando tenemos insatisfacciones personales y sí que tenemos la posibilidad de influir? En ese caso, nos daremos cuenta de que estamos eludiendo una gran responsabilidad si no articulamos con anterioridad un plan estratégico.


¿Todo el mundo necesita un plan estratégico?


Muchas insatisfacciones en nuestro día a día se producen porque ni siquiera tenemos claros nuestros objetivos, a dónde queremos llegar, cuáles son nuestras prioridades. Pero lo importante, no es tener claros los objetivos, sino que esa inexistencia de objetivos no nos genere malestar. Si nos genera malestar, es importante tener un plan estratégico. También es verdad que, aunque todos tenemos más o menos identificados algunos objetivos, no siempre es el momento de poner en marcha una acción para perseguirlos: depende del momento vital, de cómo nos situemos en una fecha concreta, de cuál son nuestras prioridades en ese momento... Entonces, lo que te respondería a esa pregunta, es que un plan estratégico, es válido para todo el mundo, siempre y cuando sea una herramienta útil, no una herramienta que nos agobie o nos encorsete.


¿Qué vamos a ver a lo largo de este módulo?


Bueno, pues a lo largo de este módulo, atendiendo a las diferentes partes de la definición del plan estratégico. Empezaremos por el autoconocimiento, en qué aspectos nos podemos fijar para conocernos mejor. Seguiremos por el establecimiento de objetivos, cómo fijamos objetivos y también, cómo articulamos un plan de acción para que esa consecución de objetivos sea más sencilla. Cerraremos el módulo hablando de diferentes apoyos, que podemos tener en cuenta, para que este proceso tan tedioso, sea más motivador. Hablaremos de profesionales que nos pueden ayudar y también de la posibilidad de constituir, por ejemplo, equipos de trabajo.


Resumen 


Un plan estratégico personal o un branding plan es una herramienta muy potente y útil tanto para el desarrollo personal como profesional. Es una herramienta que ayuda a conocerse mejor a uno mismo para saber dónde se encuentra cada uno y sirve también para identificar a dónde se quiere llegar, los objetivos etc. Sirve también para saber cuál es la distancia entre el dónde se está y dónde se quiere llegar. Un plan estratégico es válido para todo el mundo siempre y cuando sea una herramienta útil, no una herramienta que agobie o encorsete.


2. Autoconocimiento ¿Quién soy?


Comentamos en la lección anterior, lo importante que es el autoconocimiento, en el diseño de un plan estratégico. ¿En qué aspectos nos podemos fijar para conocernos mejor a nosotros mismos?


El autoconocimiento es como una fotografía de nuestro yo en el presente. Es un proceso reflexivo que nos ayuda a generar más consciencia sobre nosotros mismos. ¿En qué nos podemos fijar? Pues, por ejemplo, nos podemos fijar en nuestros valores, nuestra visión, nuestras competencias, nuestras preferencias, nuestra forma de relacionarnos con los demás o gestión emocional.


¿Podemos mejorar nuestro conocimiento, preguntando, por ejemplo, a otras personas qué imagen tienen de nosotros?


Claro que sí, normalmente además hay un desfase entre la imagen que los demás tienen de nosotros y la que tenemos nosotros mismos. Entonces, preguntar es perfecto. Podemos directamente lanzar preguntas concretas que nos interesen, a nuestros familiares, amigos, compañeros o ex compañeros del trabajo o, podemos hacer una dinámica, que se llama la Ventana de Johari, que la tienen descrita en los materiales de trabajo que se anexan a este módulo.


Uno de los aspectos a indagar son los valores. ¿Cómo podemos detectar esos valores?


Los valores son bastante abstractos pero, podemos hacernos preguntas relativamente sencillas, para identificarlos. Al final, los valores son principios que orientan nuestro comportamiento para sentirnos más autorrealizados. Una dinámica que se puede realizar es la de los referentes. Sencillamente, pensamos en referentes que hemos tenido a lo largo de nuestra infancia, adolescencia o ahora mismo: maestros, intelectuales, personajes de la tele... identificamos qué características en ellos les hacen especiales y posteriormente, las describimos y las priorizamos. Ese resultado, estará bastante de acorde con nuestros valores. 


¿Qué es la visión?


La visión es el ideal al que tendemos. Para identificar la visión, nos podemos hacer preguntas como: ¿cómo me gustaría a mí estar dentro de cinco años? y registrarlo todo.


Otro de los aspectos a analizar en las competencias. ¿Cómo podemos identificar esas competencias?


Las competencias son los conocimientos, el saber, las habilidades, el saber hacer y las actitudes, el querer hacer. Si nos referimos al ámbito de la formación, una forma de identificar competencias, que tenemos que adquirir o que se supone que ya tenemos, es buscarlas en Internet, aquellas competencias que se refieren a nuestro área de estudios, pasado o presente, e ir valorando si cumplimos con los requisitos necesarios para satisfacer el cumplimiento de esa competencia.


Y, por otro lado, cuando hablamos de preferencias, ¿nos estamos refiriendo a lo que nos gusta hacer?


Nos estamos refiriendo a lo que nos gusta hacer, a nuestra elección ante un conjunto de múltiples alternativas y en ese sentido nos podemos preguntar: ¿qué me gusta hacer?, ¿cuándo?, ¿con quién?. Pero también, las preferencias son nuestras tendencias naturales a responder de una determinada manera con mayor facilidad. En ese sentido, el Test MBTI es una herramienta bastante interesante, que se puede encontrar en Internet y que nos ayuda a identificar cómo solemos responder ante determinadas situaciones para ver si tenemos que potenciar algo o si tenemos que cuidar algunos aspectos.


Otra de las áreas importantes en el autoconocimiento era la gestión emocional, quizás, este concepto parece un poco más abstracto.


Sí, también es abstracto como otros conceptos del autoconocimiento, pero si nos ceñimos al Modelo de Goleman, que habla de competencias emocionales como el autoconocimiento, el autocontrol, la motivación, la empatía o las habilidades sociales, también podemos valorar cómo estamos en esos diferentes planos, a través del listado de conductas asociadas a cada competencia, que también tienen disponible en los materiales de trabajo.


Resumen


El autoconocimiento es un proceso reflexivo que ayuda a generar más consciencia sobre uno mismo. Para llegar a él hay que fijarse en los valores a través de, por ejemplo, la dinámica de los referentes; en la visión, con preguntas como "¿cómo estaré dentro de cinco años?"; en las competencias; y en las preferencias a través del test MTBI, de las habilidades sociales o de la gestión emocional.


3. Los objetivos y el plan de acción


¿Qué deseo? ¿Cómo puedo lograrlo? ¿Qué nos puede ayudar a fijar esos objetivos?


Después de haber reflexionado, sobre nuestra visión, nuestros valores, nuestras preferencias... seguro que tenemos bastante claro el camino que queremos seguir. Bien es cierto que, para hacerlo de una forma más específica, conviene realizar dinámicas como La rueda de la vida.


La rueda de la vida es una dinámica, a través de la cual, tenemos que elegir alrededor de ocho aspectos de nuestra vida, más generales o más específicos, que son los más importantes para nosotros en este momento. Realizamos una circunferencia que dividimos en tantas partes como aspectos hayamos identificado. Posteriormente, describimos cómo nos encontramos en relación a cada uno de esos aspectos y valoramos nuestra satisfacción con ese aspecto del 1 al 10. El centro de la circunferencia sería el 0 y el extremo el 10. Después de realizar este ejercicio, tenemos una fotografía y una visión más amplia sobre cómo nos situamos en este momento y qué áreas se tambalean un poco o en cuáles nos gustaría intervenir, es una técnica útil para lo que me preguntas.


¿Es posible, que a la hora de fijar esos objetivos muchas veces sean o demasiado generales o, incluso, que no dependan de nosotros mismos?


Claro que sí. Por eso es bueno distinguir entre los objetivos de finalidad o de resultado y los objetivos de rendimiento. Los objetivos de finalidad son aquellos que tienen que ver con nuestra meta final, que se articulan a largo plazo y que no dependen 100% de nosotros, por ejemplo, conseguir un trabajo en un sector concreto, en un área determinada. Los objetivos de rendimiento son objetivos que sí que dependen de nosotros al 100% y que son más a corto o medio plazo, y su satisfacción nos ayudaría bastante a conseguir ese objetivo de finalidad. En el caso del empleo, por ejemplo, pues realizar un manejo más efectivo de LinkedIn, adquirir una mayor formación, ese puede ser un ejemplo también.


¿Qué consejos nos podrías dar para establecer esos objetivos de rendimiento?


Después de haber realizado el proceso de autoconocimiento, si nos fijamos, en nuestras competencias, podemos identificar dificultades, facilidades, amenazas, oportunidades, que hemos ido viendo durante el reflejo de ese registro, no. Entonces con una Matriz DAFO, distinguiendo entre esos aspectos internos negativos, internos positivos, externos negativos y externos positivos, podemos también, identificar de una forma mucho más concreta, los objetivos hacia los que nos tenemos que dirigir, sobre todo esos de rendimiento.


Una vez establecidos esos objetivos de rendimiento, ¿ya tendríamos nuestro plan de acción?


Sí, un plan de acción, realmente, consta de los objetivos de rendimiento, pero también, de una serie de actuaciones asociadas a cada objetivo. Si yo quiero un manejo más eficaz de LinkedIn, pues una opción, puede ser la búsqueda de recursos en Internet. Cada plan estratégico es un mundo, obviamente, porque no todos tenemos las mismas áreas de mejora pero, en términos generales, estas son las pautas que podemos dar para ayudar a las personas que quieren seguir este proceso.


Resumen 


El análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) puede ayudarnos a fijar nuestros objetivos de rendimientos, esos que dependen de nosotros. Una de las características más significativas de un análisis DAFO es que no sólo es una herramienta para mejorar nuestra trayectoria profesional, sino que también podemos aplicar sus resultados a la esfera personal o individual, pues ambas facetas están estrechamente ligadas. Nos facilita mayor autoconocimiento, aumenta la productividad, mitiga los riesgos o mejora tu imagen tanto personal como profesional.


4. Colaboración y ayuda. ¿En quién me apoyo?


Diseñar un plan estratégico y ejecutar un plan de acción parece útil pero, también puede parecer, a veces, costoso e incluso monótono, ¿qué nos sugieres para hacerlo más sencillo y motivador?


Sí, efectivamente, realizar un proceso de planificación y de acción en soledad, puede resultar costoso, monótono... en ese caso, es muy interesante contar con profesionales, profesionales en la materia de nuestro plan de acción o simplemente, constituir grupos de trabajo con otras personas que tengan intereses afines a los nuestros. Es una forma de allanar el camino, de hacerlo más entretenido y también de hacerlo más eficaz.


¿En qué tipo de profesionales nos podríamos apoyar?


Nos podemos apoyar en profesionales como mentores, orientadores, coaches o también como te comentaba, constituir un equipo de trabajo o una asociación con personas, con intereses similares a los que nosotros tenemos. Por ejemplo, existen técnicas más directivas, como la orientación o el mentoring, en la que un profesional con una sólida experiencia, nos transmite sus conocimientos y sus habilidades, nos da, digamos, consejos o pautas de acción.


Luego están las técnicas no directivas, que a mí personalmente, me parecen más útiles, como es el caso del coaching. El coach, nos ayuda desde la generación de una mayor consciencia y una mayor responsabilidad y siempre desde un plano horizontal. A diferencia de mentores u orientadores, un coach no te dice lo que tienes que hacer, sino, que te facilita la labor de que tú misma, te des cuenta, de cuál es el camino más adecuado. El coach se basa, sobre todo, en la herramienta de la pregunta. La pregunta, pero, realizada de una determinada manera, que nos genera más consciencia. La calidad de nuestros pensamientos determina la calidad de nuestra vida y en ese sentido, cuanto mejor sean las preguntas que nos hacemos, mayor consciencia generamos con nuestras respuestas y mayor campo de acción tenemos. Entonces, esto es mejor que lo haga un profesional a que lo hagamos nosotros mismos. Para la generación de más consciencia, porque nosotros, normalmente, tenemos mecanismos que reducen la consciencia para evitar la sobrecarga de información, otra persona nos puede descubrir otros itinerarios que nos sacan del círculo en el que nos metemos cuando una cuestión nos preocupa. Te voy a poner un ejemplo: una pregunta no enjuiciadora es más útil que una pregunta enjuiciadora, no es lo mismo que yo te pregunté, ¿por qué hiciste esto? que, ¿qué razón te llevo a actuar de esta forma? En la primera pregunta, vas a tratar de defenderte, de darme algún tipo de excusa para justificarte y en la segunda vas a indagar en otros canales en los que normalmente, no piensas o no tienes +disponibles en tu en tu cabeza.


Por otra parte, el coach te ayuda a responsabilizarte de tus acciones, las acciones que tienes pendientes de realizar. ¿Por qué? Pues precisamente porque él no te manda, tú lo eliges. No es lo mismo, que yo te pregunte si estás interesada en el arte: "Mira Natalia, Te voy a contar una exposición que he visto en esta sala..." y yo te lo voy a explicando y te transmito conocimiento, a que yo diga, "Natalia ¿qué cuadros están expuestos en una determinada exposición?, ¿qué tonos son los que más sobresalen en dicha exposición?" Con esa pregunta, yo te estoy obligando a ti a activarte, a ir, a moverte. Entonces, estoy consiguiendo que te actives, que dés un paso adelante, que no esperes a que yo haga el trabajo por ti.


Como ya hablábamos también, al margen de estos profesionales, siempre puedo crear un grupo de trabajo, una asociación, que me ayude a conseguir una mayor visibilidad para mis objetivos, nuevas oportunidades, sentirme menos sola, más acompañada y a vivir este proceso de una manera mucho más motivadora, de una manera mucho más divertida.







Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente